Enfermería: vital para la sociedad y para el corazón de los pacientes.
El 12 de mayo de 1820 nació Florence Nightingale, considerada la enfermera más famosa del mundo y fundadora de la enfermería moderna. En su honor se celebra el Día de la Enfermería a nivel internacional cada 12 de mayo.
Florence, a pesar de haber nacido en una familia acomodada, con sólo 17 años les anunció que dedicaría su vida a la enfermería, a raíz de lo que ella llamó una “llamada divina”, a pesar de que, en esa época, la profesión de enfermería se asociaba con mujeres pertenecientes a la “clase trabajadora”
Su caso es un claro ejemplo de que la vocación y la perseverancia son características que se complementan y se hacen tangibles a través de las enfermeras y enfermeros. Florence se convirtió en una experta de manera autodidacta, acudiendo recurrentemente a centros sanitarios de diferentes países (como Francia, Italia, Suiza, Grecia o Egipto).
En cada viaje se notaba su manera de afrontar la vida, viendo la enfermería no como una carrera, sino como un estilo de vida y una filosofía del cuidado a los demás, desde una perspectiva muy humana.
Por ejemplo, cuando le otorgaron el cargo de superintendente en el Instituto para el Cuidado de Señoras Enfermas y sin techo, una de sus primeras acciones de mejora fue la instalación de agua caliente en las habitaciones de las mujeres y un elevador, además de ayudarles a encontrar trabajo y volver a la sociedad. Es decir, no se trataba únicamente de cuidados sanitarios, sino del amor por lo que hacía.
Lo anterior permeó tanto que, para la Guerra de Crimea, el secretario de Guerra en Gran Bretaña solicitó directamente su apoyo y, en conjunto con 38 enfermeras voluntarias, inexpertas, entrenadas por Florence, partieron al frente a lado de los soldados.
A pesar de que los suministros médicos escaseaban, la higiene era deplorable, las infecciones eran frecuentes y la comida insuficiente, se le consideraba a Florence como un “ángel guardián”, quien se mantuvo firme al pie del cañón, aun cuando los oficiales médicos ya se habían retirado
Su participación en la guerra tuvo un fuerte impacto, se realizaron reformas sanitarias, inauguró la Escuela de Adiestramiento de Enfermeras en el hospital St. Thomas y se le otorgaron la Real Cruz Roja y el Orden del Mérito.
En sus escritos relató, “Cada día tiene mayor importancia el conocimiento de la higiene, el conocimiento de la enfermería, en otras palabras, el arte de mantenerse en estado de salud, previniendo la enfermedad, o recuperándose de ella. Se le reconoce como el conocimiento que todo el mundo debe tener –distinto del conocimiento médico, propio solamente de una profesión–”.
Sin duda alguna, la vocación de los enfermeros nace de un profundo deseo de cuidar y aliviar el sufrimiento de los demás, dedican su vida al bienestar colectivo, se entregan diariamente y se caracterizan por su empatía y paciencia.
En Blindaje Médico sabemos que no hay nadie que cuide mejor de los pacientes que tú. Gracias por tu paciencia, amor y esfuerzo diario.
Mientras tú cuidas a los demás, nosotros te cuidamos a ti.
Referencias Bibliográficas
“Florence Nightingale, mucho más que la dama de la lámpara”, Mujeres con Ciencia. Recuperado de https://mujeresconciencia.com/2017/08/22/florence-nightingale-mucho-mas-la-dama-la-lampara/
“Florence Nightingale: teórica del cuidado y la enfermería”, Ciencia UNAM. Recuperado de https://ciencia.unam.mx/leer/1027/florence-nightingale-teorica-del-cuidado-y-la-enfermeria
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